lunes, 28 de octubre de 2013

Estereotipos

 Típica conversación en el patio de un instituto...


-Oye, qué te iba a decir..ah sí, ¿has visto al nuevo?
+A quién, ¿a ese que tiene pinta de ir al gimnasio?
-Sí, sí...a ese que está tan bueno.
+Claro que le he visto, ¿cómo no le voy a ver con lo bueno que está?
*¿De quién habláis chicas?
+Cosas de mujeres.
*Venga va, decírmelo anda.
-Nada del chico nuevo que está muy marcado.
(El chico, indignado, se va...)
(A la mañana siguiente...)
*Ey chicas me he apuntado al gimnasio.
-¿Y qué me quieres decir?
*Nada jeje.
+Que no tiene personalidad...

Bien, este es uno de los muchos ejemplos en los que podréis apreciar la forma en la que los estereotipos pueden llegar a "condicionar" nuestras vidas. Sí, en cómo lo que hagan los demás puede llegar a importarnos más que lo que hagamos nosotros mismos, y privarnos de libertades que antes teníamos, como, por ejemplo, tener la libertad para decidir que clase de ropa me pondré hoy, sin que los demás estén todo el tiempo diciendo "hay tía has visto el último modelito de la Paris Hilton" (por ejemplo) y que eso nos influya en la hora de elegir la ropa que comprar. Otro de los ejemplos más habituales es el querer adelgazar, sólo por el hecho de ver a unas supermodelos, a las cuales les obligan a ello, convirtiéndose ese deseo de adelgazar sin control en algo incluso peligroso para el cuerpo, como es la anorexía. Y por último el ejemplo más habitual, es aquel que nos afecta a la mayoría de los jovenes. Ese "qué dirán de mí si...". Ciertamente muchos de nosotros nos vemos cohibidos constantemente por lo que puedan llegar a pensar otras personas de nosotros, como si eso fuera una cosa muy grave. Como si lo que pensaran otros hacerca de nuestras acciones fuera "lo correcto". Como si no tuvieramos libertad para decidir por nosotros mismos.
Por eso la razón de hacer esta entrada. Porque sinceramente estoy cansado de que la gente no pueda actuar y mostrarse cómo son realmente sólo por ese "qué dirán". Deciros que hay una cosa que creo (no sé) que tenemos todos. Una cosa que se denomina personalidad, y que es aquello que nos caracteriza a cada uno. Por eso no tenemos que dejarnos llevar por estos estereotipos. Porque estaríamos dañando nuestra personalidad, intentando imitar algo que no somos realmente.

"DEJA DE INTENTAR SER ALGO QUE NO ERES, Y ACTÚA DE LA FORMA EN LA QUE TÚ ESTÉS CONTENTO CONTIGO MISMO, SIN IMPORTARTE LO QUE PIENSEN LOS DEMAS SOBRE TI"

jueves, 24 de octubre de 2013

UNIDOS, VENCEREMOS

Indignación, resignación, decepción

 

Tres palabras que describen basícamente como me siento. Si, estoy indignado, pero lo que más, decepcionado. Puede que hoy haya sido un día de huelga,sí. Un dia en el que cientos de miles de estudiantes han salido a la calle a luchar por sus derechos. A manifestar sus opiniones.
Pero el motivo de mi decepción no es ese. El motivo de mi decepción a sido ver que muchos, por no decir la mayoría de los estudiantes, han preferido quedarse en sus casas, en la cama o en los bares. Si, en efecto. Como si esto fuera un día de fiesta. Vale que haya gente que no quiera hacer la huelga, eso lo respeto porque están en su derecho. Pero esa gente que no va a la huelga, por lo menos podrían tener la decencia de asistir a las clases como un día normal. Una huelga no es una celebración, sino una reivindicación por nuestros derechos. Una reivindicación porque no nos quiten lo que, con mucho esfuerzo, generaciones anteriores a la nuestra han logrado. Años, décadas, incluso siglos de lucha para que luego llegue este personaje y se lo cargue todo de un plumazo, sin contar con nadie.
Lo que me sorprende de todo es que luego la gente se queje de estas leyes tan absurdas. Me sorprende porque, joder, si no estas de acuerdo con ellas no te quedes en el bar ostias...quedándote ahí parado sin hacer nada, lo único que das a entender es que estas conforme con la nueva ley, cuando luego, en cuanto puedes, te quejas y pides otra huelga. ¿Y para qué? ¿Para volver a hacer lo mismo?
Me jode y me jode mucho que todas las personas que realmente se esfuerzan en luchar contra esto, tengan que conformarse con lo que toca, cuando estan empleando cuerpo y alma para lograr algo, solo porque cuatro niñatos (digo cuatro pero en realidad son la mayoría) prefieran quedarse tomandose unas cañas en el bar. Que divertido, ¿No? "Para que voy a salir a la huelga si no vamos a conseguir nada" Pensaran algunos. Otros quizás piensen algo así "Para que voy a ir a la huelga si ya hay otros que lo hacen por mi"...Pues sinceramente, esto no me parece ni medio normal. Que haya gente que como he dicho antes se desviva por intentar lograr algo cuando otras personas están ahí "tocandose los cojones" (perdonar la expresión), me parece, cuando menos, una falta de respeto hacia estas personas. Con ese pensamiento que antes mencioné "Para que voy a hacer huelga si no vamos a conseguir nada", lo único que se consigue es eso, que no se logre nada. Por eso tenemos que ser todos. Todos juntos. Ya lo dice el dicho: la unión hace la fuerza. Demostrémosle a ese primer ministro que el pueblo puede con él. Demostrémosle que no vamos a permitir que acabe con los sueños de muchos estudiantes, que lo único que quieren es aprender para poder tener un buen futuro.


viernes, 11 de octubre de 2013

Forever alone

Amores que aguardan...

Eran las 8 de la tarde. Las calles estaban casi vacías, y apenas se percibía susurro alguno, salvo un pequeño murmullo que bien provendría del pequeño grupo de ancianos situados en el parque más próximo a nosotros. El silbido de los árboles, al crujir sus ramas, daban paso a un ambiente tétrico y sepulcral, propio de una historia de terror. "Como sigamos aquí parados perderemos el tren" -dije, con voz entrecortada, por el frío. Pero nadie me hizo caso: Andrés pintaba con tiza en el suelo, Alba y Belén hablaban y Juan parecía estar en su mundo de luz y color. Poco a poco me iba poniendo cada vez más y más nervioso, al punto de llegar a la histeria, pero seguían sin prestarme atención. Un grave tullido nos avisó de que se aproximaba la hora de llegada del transporte. Observe por primera vez que Juan me prestaba atención y aproveche para repetir. "Chicos, tenemos que irnos. ¡Ya!". Esta vez lo dije en un tono bastante más elevado. Todos se giraron hacia mí, y asintieron con la cabeza. Emprendimos el largo camino que teníamos hasta la parada. Yo miraba el reloj. "No vamos a llegar", pensaba todo el rato. El viento chocaba bruscamente contra nuestra nuestro rostro, que tornaba a un color rojizo, lo que por otra parte era normal, ya que corríamos a la máxima velocidad que nos permitían las piernas. A medida que avanzábamos calle abajo, se podía apreciar como la luz se volvía te un tono más oscuro aun si cabe. "Por fin" -pensé. Alba suspiraba, puesto que no estaba acostumbrada a darse esas carreras. Ante nosotros teníamos una inmensidad de escaleras, que parecían no tener fin.


"Pi pi pi pi, pi pi pi pi, pi pi pi pi" Un día más me despierto alterado. Instintivamente me incorporo, cojo mi ropa, y me dirijo hacia el baño, evitando toda clase de objetos esparcidos por el estrecho pasillo, a modo de pequeñas trampas destinadas a acabar con cualquiera que pasara por allí. Abro la puerta, entro, y cierro de nuevo.   Como si se tratara de una máquina autómata, me miro al espejo y pienso en voz alta: “pero que he hecho con mi vida”. Después de unos minutos de reflexión, dejo la ropa en la ventana e introduzco mi cuerpo en la ducha, de la cual emerge un agua calentita, y poco a poco me voy desperezando.
Una vez vestido, preparo el desayuno y salgo por la puerta. “Odio la rutina” –me viene repentinamente a la cabeza, sin ninguna razón lógica. Inicio el camino hacia la oficina de correos, para ver si he recibido correspondencia, pero no hay nada. Nunca había nada. Al salir del lugar, un escalofrío recorre mi cuerpo, como si intentara avisarme de algo. Pero yo no lo doy importancia.

Iniciamos el descenso por las escaleras, y nos adentramos en la estación. “Esto es una tortura para los gemelos” –brama Alba- “Deberían de estar prohibidas”. Unas risas se escapan de la boca de Juan, que por primera en todo el día, parecía prestar atención. Pero las risas se desvanecieron fugazmente, al comprobar que, en efecto, habían perdido el tren. “No puede ser cierto” –exclamó Andrés- “No podemos haberlo perdido”. Yo miraba hacia un lado y hacia otro, intentando encontrar, sin éxito, alguna solución. Pero hubo un punto en el que mis ojos se detuvieron inesperadamente. Allá, sentado en un banco al fondo, se encontraba la chica con la que había estado soñando de forma inconsciente los últimos días.
Mientras tanto, los demás estaban cada vez más alterados, discutiendo a voces, llamando la atención a todo el mundo allí presente. Como la disputa no cedía, un guardia se acercó a pedirnos amablemente que bajáramos el tono de voz, hecho que tuvimos que aceptar si no queríamos ser expulsados del lugar. Desesperados comenzamos a dar vueltas de un lado para otro, pero al final paramos. “Será mejor que nos sentemos” –propuso Belén- “no ganamos nada poniéndonos nerviosos”. Ese era mi momento. Mi momento para decir que nos acercáramos al banco en el que estaba aquella chica, cual ángel esperando. Al aproximarnos, pude advertir cómo ella dirigía su vista hacia mí, pero en el momento que le dirigía la mirada, ella rápidamente bajaba la cabeza intentando disimular. Pero nuestra estancia allí duró poco tiempo. En pocos minutos pudimos divisar un tren que se acercaba en la distancia. Me sentía feliz, pero en el fondo estaba triste porque no volvería a ver a aquella dama, que parecía estar hecha para mí.

Retomo el camino de vuelta a casa sorteando a la gente, que parecía avanzar en dirección hacia mí simulando una avalancha en la nieve. Cuando al fin logré escapar de la multitud, volví a sentir el escalofrío, pero esta vez era más fuerte. Esta vez, le doy importancia y echo una ojeada a mí alrededor, hasta que me detengo en una silueta que paraliza mi mente durante unos instantes. Era ella de nuevo. La chica con la que había estado soñando sin motivo durante mi adolescencia, y cuya belleza había podido contemplar 14 años atrás.




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 @carloslovingos


jueves, 10 de octubre de 2013

Gracias :)

MAMÁ QUIERO DARTE LAS GRACIAS POR:

  1. Por darme la vida.
  2. Por darme tus mejores momentos.
  3. Por estar ahí siempre que lo he necesitado.
  4. Por aceptarme tal cómo soy.
  5. Por ayudarme y apoyarme incondicionalmente aun habiéndote costado lágrimas en ocasiones.
  6. Por sacarme mil sonrisas en mis momentos más tristes.
  7. Por no parar nunca de mejorarme.
  8. Por enseñarme a ser como soy.
  9. Por enseñarme a aceptarme tal cómo soy.
  10. POR SER MI MADRE.
Un simple "te quiero" mamá, puede hacer infinitamente feliz a la persona que nos ha dado la vida, y que es, indudablemente, la persona que más nos quiere, nos pongamos cómo nos pongamos. 
A veces no nos damos cuénta de lo que realmente nos quieren nuestras madres, y les soltamos contestaciones de mal gusto (algunas de muy mal gusto), sin pensar en las consecuencias que estas frases pueden acarrear sobre ellas. Un ejemplo claro:
Sabado por la noche. Todos mis colegas se van de fiesta. "¿Mamá, puedo ir?" + "No hija, a esa fiesta seguramente tengas que ir en coche y no te dejo" + "Pero que no va a pasar nada mamá" + "Te he dicho que no y punto"
Seguramente muchos por no decir todos hemos tenido esta conversación con nuestras madres en algún momento, y hemos elevado el tono más de la cuenta. Bien, ahora, paraos a pensar en porque vuestras madres no quieren que vayáis a esa fiesta. No, mejor aun. Intentad empatizar con vuestras madres. Imaginad la cantidad de pensamientos que tienen que pasar por sus mentes: "¿Y si le pasa algo? ¿Y si bebe demasiado? ¿Y si le secuestran? ¿Y si le roban? ..." Estos son solo algunos de los pensamientos que rondan por la cabeza de nuestras madres. Bien, pues ahora, ¿dejaríais vosotros a vuestra hija/o subirse a un coche de un amigo suyo, pensando todo eso? ¿Sinceramente lo harías? Pensadlo.

  • Esto para las madres: por muy brutos que nos pongamos en ocasiones con vosotras, no olvidéis que nos habéis dado la vida, y que eso no se puede agradecer con palabras. Que por muy sumamente tercos que nos llegemos a poner en ocasiones, recordad que somos vuestros hijos, y que en el fondo, os queremos más que a nadie :).
  • Esto para los hijos: por muchas veces que vuestras madres os hagan llorar, no olvidéis que son vuestras madres, que os han dado la vida, y que darían su vida si hiciera falta por vosotros. No penséis que lo que quieren es haceros sentir mal, sino que debéis pensar que lo que realmente quieren es ayudaros a mejorar. 

Aquí os dejo un enlace a un vídeo del youtube, que a mí personalmente me ha llegado. Vedlo y reflexionad.

Realmente conmovedor

No lo olvides "Quién más te quiere, te hará llorar"


 
  

miércoles, 9 de octubre de 2013

NO QUIERO UN PAÍS GOBERNADO POR INCOMPETENTES

NO QUIERO UN PAÍS GOBERNADO POR INCOMPETENTES

Algunos de vosotros os preguntaréis por qué repito dos veces la misma afirmación. Bien, pues la respuesta es bien sencilla. Lo escribo dos veces porque me parece indignante estar gobernado por gente que adopta medidas absurdas. Sí, en efecto creo que toda la gente que tenga un "mínimo de cabeza" estará de acuerdo conmigo. No quiero estar gobernado por unas personas que:
  • Prefieren recortar en educación, sanidad, investigación...antes que recortar en número de diputados, en trajes, en sus sueldos, etc.
  • Tardan 10 años en sacarse su carrera y no con unas notas especialmente altas para ello (como es el caso de algún que otro político cuyo nombre no me apetece decir), cuando a nosotros nos están exigiendo unas tasas altísimas en las universidades..¿y todo para qué? Todo para no tener trabajo, o si tenemos suerte, para que nos paguen una miseria.
  • Tengan unos sueldos millonarios cuando algunos de ellos ni siquiera saben hablar bien en inglés. He aquí un ejemplo: -A un barrendero, sí, habéis oido bien, barrendero le piden un nivel medio de inglés para ejercer su profesión, y sino lo supera no se le contrata. -A un político, ¿qué nivel de inglés se le exige? Porque que yo sepa, si en un examen de inglés, pones por ejempo "I'm going to drink a relaxing cup of café con leche" te suspenden instantáneamente. Sin embargo a un político se le conserva en su puesto.

  • Después de haber acabado su mandato, sigan cobrando su sueldo ÍNTEGRO. ¿Pero cómo pueden hablar de crisis joder, cuándo un expresidente del gobierno conserva su sueldo completo después de jubilarse? Seamos serios coño, ¿no es mejor que quiten el sueldo de ese expresidente, y dejen de recortar tontamente en educación y sanidad?
Desde mi punto de vista, sinceramente me da pena y puedo decir que me averguenzo del país en el que vivo. Sí, me AVERGÜENZO por haber pasado de ser un país con la mejor estructura sanitaria del mundo, a ser un país en el que los enfermos de cámcer, por poner un ejemplo, tengan que pagar sus medicamentos (cuando tienen que estar tomandolos de por vida). Me avergüenzo también por ser un país en el que la gente formada, con estudios, eran de los mejores del mundo y sin embargo, seguramente dejen de serlo porque no puedan costearse su estudios.
En fin, yo tengo muy claro lo que los políticos quieren. Lo único que quieren estos "cencerros" (por llamarlos de algún modo) es tenernos controlados. Quieren que seamos ignorantes. Quieren deshacerse de la gente que toma medicamentos, poniento el precio de estos por las nubes, sólo para no tener que pagar sus pensiones.
Sinceramente, no me extraña que cada vez haya mas gente que se vaya del país. Y yo, lo tengo claro. Para vivir en un país en estas condiciones, prefiero irme.

Y por último, ajeno a esto, os recomiendo a una amiga que también tiene un blog, y del que he sacado la idea de hacer esta entrada. Os lo recomiendo:

 http://nombressinletras.blogspot.com.es/2013_03_01_archive.html

martes, 8 de octubre de 2013

RELATO



PALABRAS MUDAS

Suena el despertador. Se levanta corriendo. Prepara el desayuno. “Mierda, la leche”. Baja corriendo al trastero casi a tientas porque todavía es de noche. Busca desesperadamente la cerradura de la puerta del trastero, hasta que sin saber cómo, consigue encajar la llave en la cerradura. Abre la puerta. Allí está el cartón de leche, esperando casi desesperadamente a ser salvado de aquel zulo que era el trastero. Sale de allí, cierra la puerta y sube corriendo las escaleras cual liebre escapando de su depredador. Entra de nuevo al piso, y casi inconscientemente, hace todas las operaciones necesarias para desayunar. Mira el reloj. “Mierda, no me da tiempo” –piensa. Se apura. Coge la mochila y sale rápidamente por la puerta sin apenas coger las llaves. Atraviesa la calle como un rayo y tras cinco minutos ya está en las puertas del instituto esperando a que los conserjes le abran la puerta. Minutos después, ya está allí, en aquella sala grande, solo, sin ruidos ni nadie que le moleste.
Suena el timbre de clase, y Sandra se apresura para no llegar tarde. Coge sus cosas, las cuales estaban desordenadas por la sala, y sube siguiendo el estrecho pasillo a su clase. “Toc toc” –suena la puerta- “¿Se puede pasar? –dice-. La profesora asiente y Sandra se dirige a su sitio, allá, al fondo de la clase, sola, como cada día. “Hoy hablaremos de…” –se la oye a la profesora, que ha iniciado la clase-. Pero Sandra no está atenta a eso, sino a la conversación de sus compañeros. “Este fin de semana por fin es la audición, hay que dar lo máximo que podamos de nosotros mismos si queremos ganar” –dice Miriam. “Si, eso es lo que vamos a hacer” –le contesta Diana.
Mientras tanto, Sandra le da vueltas a lo maravilloso que sería poder participar en la audición, ya que desde siempre ese había sido su sueño. Pero en el fondo ella sabe que es imposible, que estando sola, sin ningún apoyo en aquella cárcel que era para ella el instituto, jamás podría demostrarles a todos su talento. Pero a pesar de esto Sandra nunca ha perdido la ilusión.
“¿Y qué hacemos con la margi?” –puede escuchar Sandra desde su asiento. “¿Cómo que qué hacemos? En esta audición no hay sitio para  gordos…” –dice Diana elevando el tono para que Sandra pueda escucharlo bien. Pero esto a Sandra no le quita la ilusión, ya que está acostumbrada a oír ese tipo de burlas sobre su sobrepeso.
Suena el timbre. Los pasillos del instituto se transforman en una avalancha de alumnos ansiosos por salir de allí. Todos menos Sandra, que como todos los días, se quedaba allí, sola, sin ruidos, sin nada, sola con su música.
Sandra baja a prisa las escaleras para llegar a la sala de actos oficiales, que es el único lugar donde puede ensayar en paz, ya que en su casa está su padre, que le pega porque no adelgaza. Saca sus “trastos” (que era como ella los llamaba) y comienza a ensayar.
Desde el gimnasio, Pablo (el guaperas del instituto) parece oír algo que le sorprende. “¿Y esta música?” –se pregunta a sí mismo. Anonadado por la belleza de la letra, y por el tono de la voz, va siguiendo los sonidos, que le conducen hasta la puerta de la sala de actos. Allí queda sentado, admirando la belleza de esa música, y decide asomarse por la rendija de la puerta para ver quién es aquel ángel, cuya voz amansaría a las fieras más terribles. “¿Qué?” –queda atónito. No lo puede creer. Se queda paralizado unos instantes al ver que la persona que está cantando era la última persona que espera encontrarse allí, Sandra, la chica a la qué todos (incluido él en alguna ocasión) habían humillado. En ese momento Pablo decide entrar sigilosamente a la sala, y saca el móvil. Espera a que Sandra inicie otra canción y le graba.
Sólo falta un día para la audición. Aunque Sandra sabe que no va a poder participar con el grupo está emocionada. Se levanta de la cama, pero a diferencia de los demás días, no desayuna. Se viste, se asea, y sale por la puerta. Llega al instituto rápidamente, y se pone a ensayar sus canciones. Pronto toca el timbre, y se dirige a clase. Lo que no se espera es que allí la aguarda su peor pesadilla, su padre, que en vez de ir a trabajar, había ido al instituto para hablar con la tutora de Sandra sobre su sobrepeso. Al entrar a clase, Sandra se queda paralizada, en Shock. Al enterarse de lo que están hablando, ve su mundo acabado. Había soportado muchas cosas, pero que su padre la humillara de esa manera, pudo con ella. Cuando al fin su padre se va, Sandra se sienta en su sitio. El día transcurre con normalidad para todos, menos para ella, cuya mente está ocupada ahora por una única idea.
Suena el timbre de fin de clase, pero esta vez, Sandra no se queda allí, sino que sale por la puerta principal, donde puede distinguir una serie de insultos referentes a su obesidad. Cuando por fin sale de, cruza la calle, y se dirige al puente de Carlshon, a 3km del instituto. Sandra está paralizada, pensante, con miedo. No puede creer lo que va a hacer. No puede creer que haya sido vencida, ya que siempre había salido adelante. Tras unos minutos de reflexión, coge una tiza que había cogido del instituto y escribe “ADIOS”. Sin pensarlo dos veces, sube a la barandilla del puente, y se deja caer al vacío.
Trajes negros, velas, flores, llantos. Eso es lo único que se puede ver en el día de la audición, que ha sido aplazado un día por el fallecimiento de una alumna, Sandra. Todos los alumnos del instituto están apelmazados alrededor de una mesa en la que se concentraban los objetos personales de la alumna. “Guardemos todos un minuto de silencio, porque hoy es un día triste. Ayer falleció una alumna, Sandra Cabecero Ruán, por suicidio” –dice la tutora.
Pablo, presente, se siente indignado, frustrado. Escuchar a aquella chica cantar, le ha hecho cambiar, le ha hecho mejorar. Armado de valor se adelanta y dice:
-No señora profesora. Esta alumna no se ha suicidado. A esta alumna la hemos matado entre todos nosotros. Sí, nosotros (yo incluido) llevamos machacando a esta alumna psicológicamente desde que entro a este instituto. Y todo por no ser como nosotros. Yo admito que también lo hice, pero me he dado cuenta, aunque sea tarde. Creo que ya es hora de dejar de juzgar a la gente por sus apariencias, y empezar a hacerlo por sus talentos.
Después de decir esto, Pablo saca el móvil, y empieza a oírse una canción que deja a todos con la boca abierta.
-Esto, esta bella melodía, es con lo que hemos acabado. Ahora ya solo queda esto, una simple melodía…simples palabras mudas de algo que podía haber sido, y no fue. 



lunes, 7 de octubre de 2013

ESTOY HARTO DE....

MIRAD:

  • Estoy harto de oir noticias en la televisión a diario en las que hablan a cerca de que cientos de niños AL AÑO se quitan sus vidas solamente porque sufren a costa de otros chicos que les hacen pasarlo mal. 
  • Estoy harto de ver con mis propios ojos como día a día algunos chavales machacan psicológicamente a otros, haciendoles sentir inferiores a ellos. Intentando que estos pobres chicos se sientan mal, volcando en ellos sus propios problemas. Ridiculizándolos en algunas situaciones. Haciendoles sentir inferiores, cosa que por supuesto, no son, ya que todas las personas somos iguales (salvo estos elementos que no tienen otra cosa que hacer que angustiar la existencia de los demás). Insultándoles. Haciendóselo pasar mal.
  • Estoy harto de que chavales que son como nosotros se inmiscuyan indiscriminadamente en nuestras vidas, interfiriendo en nuestras acciones, nuestros pensamientos...e incluso consiguiendo distorsionar en ocasiones nuestra propia vision de la realidad. 
  • Estoy harto de oir como chabales destruyen la felicidad de los demás, de ver como les machacan psicológicamente (porque esto a la larga provoca consecuencias psicológicas muy graves, e incluso a veces irreversibles, tales como la anorexia en el caso de la gente que llama gordos a los demás, el que algunas personas hagan cualquier cosa por mejorar su apariencia física, en ocasiones matándose a ejercicio físico..e incluso en los casos más, el suicidio de la persona al ver que no puede hacer nada por mejorar)...
  • Estoy harto de que la gente mire con malos ojos a otras personas solamente porque no vistan igual que ellos, no se maquillen, o simplemente no vayan a "la última moda".    
En resumen, estoy harto del bullying. Si, harto, harto, más que harto. De verdad me indigna vivir en una sociedad en la que por ejemplo la apariencia física valga más que la capacidad intelectual. En serio, no se en que cabeza humana cabe el que hacer daño a gente inocente que no tiene la culpa de haber nacido así. Porque cada uno es como es, y eso nadie lo va a cambiar, nunca. O si no, ¿qué gracia tendría vivir en un mundo en el que todo el mundo lleva la misma ropa, va con los mismos complementos, lleva el mismo estilo de pelo, etc? Sinceramente para vivir en la monotonía, prefiero quedarme como estoy. Prefiero seguir viendo por las calles/institutos/etc una gran variedad de gente, bien sean gordos, altos, guapos, feos...Me da exactamente igual, porque al fin y al cabo son PERSONAS al igual que todos. 
¿O es qué acaso las personas qué criticáis tanto os creéis perfectos? Pues ya os digo yo desde aquí que NO. El mero hecho de no aceptar a todo el mundo, ya hace que no seáis perfectos. Es más, el hecho de que critiquéis a otros por su aspecto, os hace los seres más ignorantes del planeta. Y esto trae que la ESPECIE HUMANA sea la mas ignorante del planeta. ¿Es qué otras especies excluyen a caso a otros? NO. Se aceptan tal y como son, porque en efecto eso no importa. 
Otra de las cosas que me molesta y mucho es que en las empresas requieran un mínimo de apariencia física. Vale que tengamos que ir en traje, hasta ahí bueno, pero que no contraten a alguien porque "Sea Feo", de verdad me parece un acto de los más indignante, en serio. 
En fin..sólo espero que algún día todo esto cambie, que las personas que critican tanto, dejen de ver los defectos de los demás y antes de hablar miren los suyos propios. Porque los tienen, y muchos, como todo el mundo.
Porque efectivamente NADIE ES PERFECTO. Cada persona es diferente, es única, y es eso especialmente, eso que le diferencia del restro, lo que le hace especial.
Desde aquí decir a todos esos chicos y chicas que se ven o han visto afectados por esto del bullying, que sean fuertes, que lo superen, que no le den importancia a lo que otras personas les digan. Que piensen que valen más de lo que creen. Que pasen de todo, que hagan caso omiso. Creedme, porque yo lo he sufrido, de hecho hoy día lo sufro (aunque no sea mucho). ¿Y qué es lo qué hago? Pasar del tema. Disfrutar de la vida, apoyarme en mis amigos que se que realmente me quieren y me apoyan. Chicos: NO DEJÉIS QUE ESTA GENTE DESTRUYA VUESTRA FELICIDAD. LUCHAD, REID, VALE LA PENA SER FELIZ.
Y aquí os dejo un refrán que me dice mucho mi madre "No hay mejor desprecio que no hacer aprecio"

=D